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PRIMERA REGLA DE BELLEZA: LA LIMPIEZA

¿Plancharías una prenda sin haberla desmanchado y  lavado antes?

Todas sabemos que la respuesta es ¡NO!

Si con la ropa lo tenemos claro, con la piel aún más. Mantener la piel limpia es mucho más importante que usar la última innovación cosmética antienvejecimiento sin haberla limpiado.

¿Por qué?

Este gesto, que hay que repetir todos los días (a ser posible mañana y noche), sigue siendo el camino directo hacia una piel  saludable y luminosa. Y no solo cuando se lleva maquillaje. Los expertos recomiendan aficionarse a este hábito para luchar contra los efectos negativos que la contaminación y secreciones propias de la piel provocan a nivel cutáneo. ¡No te lo saltes!

¿Qué sucede si no se limpia la piel de forma adecuada?

Para empezar, no tendrá mucha efectividad el tratamiento cosmético que se aplique sobre ella, porque si existe suciedad,  impurezas o poros taponados, los tratamientos no penetrarán de forma efectiva ni uniforme, eso considerando que la falta de limpieza puede desembocar a veces en dermatitis y rosácea.

Seamos realistas, ni todo el mundo lo realiza correctamente, ni encuentra el momento para hacerlo. Un estudio realizado entre 2.150 españolas revela que la pereza (39%) y la falta de tiempo (18%) son algunos de los motivos más frecuentes entre quienes no cumplen con la tarea a diario.

3 PASOS PARA UNA CORRECTA LIMPIEZA

Primero: has de tener muy claro qué tipo de piel tienes y qué productos de limpieza facial son los más indicados para ti.

Segundo: deberás cambiar tu rutina de higiene facial dependiendo de la estación del año en la que estés. La piel no necesita los mismos cuidados en verano que en invierno. Deberás cambiar posiblemente de producto.

Tercero: nunca te saltes este paso. Solo de esta forma llegarás a lucir una piel radiante cada mañana.

Gel, leche, tónico, agua micelar?

El tipo de piel, las preferencias cosméticas y el tiempo que se le pueda dedicar son los tres aspectos a valorar a la hora de elegir el sistema de limpieza facial.

  • Si tienes la piel mixta o grasa, lo más adecuado son los limpiadores en gel o la mousse.
  • Para pieles normales a secas se recomiendan las texturas limpiadoras en leche.

 

  • Para la personas con pereza o poco tiempo se recomiendan soluciones micelares, con micelas que atrapan los residuos de la piel.
  • Para viajes y fines de semana, las toallitas desmaquillantes son una gran opción, mejor dejarlas para momentos puntuales.
  • El tónico es el último paso. Tras el aclarado hay que aplicar uno que ayude a equilibrar el PH cutáneo, eliminar  las impurezas del aclarado con agua, refrescar la piel y prepararla para el tratamiento final.

 

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  • Lávate bien las manos antes de empezar la rutina de limpieza
  • No limpies el cutis en exceso. Mañana y noche es suficiente
  • La temperatura adecuada del agua. Agua tibia y  abundante para aclarar el gel.
  • Exfoliar lo justo. Si lo necesitas hazlo una vez a la semana. Si es demasiado, cada 2 semanas.
  • Usa la cantidad justa de producto, mientras cubra tu rostro, ya es suficiente.
  • Aplica con suavidad sin desplazar los tejidos.

 

En Stanhome puedes elegir entre una amplia gama de tratamientos faciales de origen natural o activos científicos, Kiotis y Dr. Pierre Ricaud responden a las necesidades específicas de la piel de cada mujer